En todo el mundo hay tres cereales que constituyen la base de la alimentación de millones de personas: maíz, trigo y arroz. No importa el país ni la zona, en cualquier lugar, estos cereales están presentes, especialmente en forma de harinas, que sirven de materia prima para productos mucho más elaborados. A través de estos tres alimentos, las personas en todo el mundo han logrado mantener una dieta, especialmente basada en carbohidratos y para comidas como el desayuno.
Aunque el maíz, el trigo y el arroz son conocidos y usados en todo el mundo, muchas personas no asimilan la importancia que tienen en la alimentación global. Además, no comprenden ¿Por qué han logrado el papel que tienen actualmente?
Harinas de producción masiva
Pocos tienen en cuenta que detrás de un pan hay una harina de trigo y detrás de esta harina, está el propio trigo. Lo mismo sucede con el maíz, cuya harina en países de América es el principal sustento para poder preparar arepas y tortillas. En Asia, se come arroz blanco, pero también muchas preparaciones a base de harina de arroz, como los dumplings.
El éxito del maíz, del trigo y del arroz residen, en mayor parte, en el éxito de sus harinas. En casi cualquier país se pueden conseguir estas tres harinas que son la base de desayunos, preparaciones de panadería y muchas otras cosas más. De este principio de consumo y su alta demanda se genera la necesidad de producir masivamente harinas.
Refuerzo nutricional
El desarrollo masivo de harinas se ha convertido en una parte esencial para complementar la nutrición a escala nacional e incluso continental. Esto se debe a que generalmente las harinas, que son producidas a nivel industrial, son enriquecidas con diferentes proteínas y vitaminas, lo que ayuda al crecimiento y mantener la buena salud de personas de todas las edades.
Esto es un hecho positivo. Hasta hace poco, el maíz se molía para obtener una masa de la que se producían diferentes productos. Sin embargo, la industrialización de la harina de maíz trajo consigo una facilitación en el trabajo de la cocina, pero también un aumento de los nutrientes propios de la harina, al haber sido enriquecida con diferentes nutrientes.
Bajos costos, para todos
Las proteínas, en cualquier lugar del mundo, suelen ser más costosas que los carbohidratos. Es por eso que la alimentación humana está basada en gran medida en las harinas de trigo, maíz y arroz, que se pueden conseguir a un costo muy bajo y sus condiciones de conservación son bastante sencillas, debido a que pueden estar sin refrigeración y sus productos se pueden cocinar en cualquier sartén, muchos sin necesidad de horno.
Al ver el carácter universal del trigo, arroz y maíz, es mucho más fácil entender por qué en todos los países del mundo existen estos cereales y sus respectivas harinas.